En los cuentos y las novelas hay varios elementos fundamentales: las acciones, los personajes, el espacio y el tiempo.
Las acciones: son los acontecimientos que suceden a lo largo del relato y que constituyen la historia.
Los personajes: son los responsables de llevar a cabo las acciones del relato.
El espacio y el tiempo: los acontecimientos se ambientan en un espacio creado por el escritor: una habitación, una ciudad, una zona geográfica, etc., las acciones suceden en un momento determinado: el presente, pasado o el futuro y tiene una duración determinada. La identificación del espacio y el tiempo de una narración nos permite ubicar los personajes y los sucesos que se cuentan.
Importancia que lleva el narrador
Una de las figuras de mayor importancia en un cuento o una novela es el narrador. Su función es relatar las acciones, describir los personajes y presentar los diálogos entre ellos. El narrador puede cumplir su función desde diversas perspectivas: narrador protagonista, omnisciente y testigo.
Narrador protagonista: narra valiéndose de la primera persona gramatical (yo o nosotros). Este narrador puede ser el personaje principal de la historia (el protagonista), o puede se un personaje secundario.
Ejemplo:
"Pasa el tiempo a lo largo de mi vida. Me miro al espejo y me veo, definitivamente cada vez mas exiliado de lo que solía ser mi familia y mis amigos, cada vez que los veo solo recuerdo los momentos de felicidad que existían en nuestro ser, ahora solamente he quedado con un vació en mi alma". En este trozo, la protagonista de la historia nos cuenta su vida, comenzando por su descripción psicológica.
"Pasa el tiempo a lo largo de mi vida. Me miro al espejo y me veo, definitivamente cada vez mas exiliado de lo que solía ser mi familia y mis amigos, cada vez que los veo solo recuerdo los momentos de felicidad que existían en nuestro ser, ahora solamente he quedado con un vació en mi alma". En este trozo, la protagonista de la historia nos cuenta su vida, comenzando por su descripción psicológica.
Narrador omnisciente: narra valiéndose de la tercera persona gramatical (el, ella, ellos) y ocupa un espacio distinto e independiente del espacio donde sucede lo que se narra y donde interactúan los personajes.
Por ejemplo, cuando el narrador cuenta:
"El granjero de traje verde siempre hacia las mismas acciones cada día. Se levantaba cuando oía el canto de los gallos. Después que se levantaba a la luz del sol comenzaba a preparar sus herramientas para un nuevo día de trabajo. Tomaba una ducha que siempre estaba bastante fría...".
En este fragmento, vemos que hay un narrador en tercera persona, que está narrando desde afuera lo que ve, una especie de "voz", y que además, lo sabe todo, ya que conoce hasta lo que hace el personajes en la mañana cuando se levanta y sabe cómo encuentra la ducha.
Narrador testigo: también se vale de la tercera persona, que narra lo que ve y oye, pero no sabe lo que piensan y sienten los personajes.
Ejemplo de esto es este fragmento, en el cual el ayudante de Sherlock Holmes, el Señor Watson, comienza a contarnos una historia en la que él participará solo como personaje secundario:
"Cierta mañana, dos días después de Pascua, pasé a ver a mi amigo Sherlock Holmes, con el propósito de desearle felicidades. Lo hallé recostado en el sofá, con una bata color púrpura...".
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